jueves, 19 de abril de 2007

El Lugar











Por escrito, para no perder la idea.
¿Por qué una calesita? ¿O los juegos? ¿O la plaza?
Básicamente porque peleando con este trabajo, llegué a sentir que para mí nada es interesante, es decir, que de tanto que creía interesante, todo llegó a no tener razón identificable para serlo, y todo se volvió una masa uniforme entre la cual nada parecía resaltar; para colmo, la falta de tiempo, para colmo el hecho de que nunca encuentro la luz, porque a esas horas estoy trabajando, o que no hay momento, no hay una cantidad de minutos apilables que puedan servirme para ponerme a buscar; y de repente el concepto de tiempo me pareció interesante, tal vez por que es algo que extraño, algo que se está convirtiendo extraño.
Pero, ¿dónde el tiempo tiene lugar? ¿Quiénes tienen el tiempo?
Empecé a pensar lugares donde hay tiempo, donde el tiempo no pasa, donde puede ser algo que casi se detenga; fue así que volví a mi primera idea, pero en un campo más acotado.
Mi primera idea había sido el parque Las Heras, pero me había ido por el lado verde, la vegetación y todo ese bla bla que a no ser que trabajes para el “National Geographic”, no es realmente algo interesante. Pero, dándole la segunda mirada encontré lo que para mí puede ser el tiempo casi detenido: La Calesita, que tiene bastantes más años que yo, y que; aunque el paso del tiempo es visible, parece casi viviese en un universo paralelo dónde la vida nunca ocurre. Solo historias fantásticas apartes que te llevan dando vueltas por un rato a algo nuevo, que a ellos los hace reír, ser felices, y aún más inconscientes de que algún día serán gente como una, sin tiempo.
Aunque casi todo el enfoque parece sentimental, también encuentro a este lugar interesante por sus figuras, formas, colores, los objetos, su mecánica, y las cosas que al verlos desde un plano más adulto, nunca había notado, lo que va por fuera de la fantasía: los colores de la madera del piso, lo saltado de la pintura, lo viejo de los “animales”, el tipo que la maneja, y la música, (¡la música!) hacía quince años que no iba ahí, y creo que siguen pasando el mismo cassette de Xuxa. Entre el absurdo de mi mirada, y lo maravilloso de la mirada de quiénes la disfrutan, creo que encuentro un lugar que refleja el tiempo, es su estatismo y su dinámica, y que además me parece que es un lugar para seguir mirando, y sacando más capas.

miércoles, 11 de abril de 2007

VISCERAL


[una imágen desde el puro plano de lo emocional, de lo visceral.... ]
Así era la consigna.

jueves, 5 de abril de 2007

Interés

Foto: Sub-realismo Criollo
Autor: Marcos Lopez

La foto la conocí en un pequeñito restaurant de empandas sobre Las Heras, que a mi viejo le fasina, y en el que el dueño es el modelo de la imagen. Un tiempo después, me pasaron la página de este fotógrafo, y entre varias fotos que me gustaron me reencontré con esta, y volvió a impactarme (de la mejor de las maneras).
Desde el color del traje, a los labios, desde el cuchillo clavado a la mirada, esta foto en unidad me parece genial y más que interesante; si, puede que esté planeada, retocada, y todas esas cosas, pero hay un trabajo de pensamiento y pasión por manos del artista, y también por el retratado que logra decir con la mejor de las miradas y la más irónica de las quietudes "me clavaron un puñal".
Su rostro, uno que se puede ver en cada esquina, o no volver a encontrar nunca jamás, te provoca mirarlo, y esperar que cobre vida y te empiece a contar en donde y por qué le pasó eso, y preguntarle si hay alguna posibilidad de que haga más posible el dolor.
Sé que me fui por las ramas, pero... bajo mi concepto, son esta clases de preguntas que uno se formula, la inquietud de saber más, la casi hipnosis, lo que hace a una fotografía interesante.

Gusto


Foto: Amanda, Nilda, Elba, Teresa y el colectivo.
Autor: (calculo que mi abuelo)

Elegí esta foto porque son varias las razones por la que me gusta, para empezar, porque llegué a ella de casualidad, revisando entre las cosas de mi mamá- vaya a saber una qué estaba buscando- y tardé en darme cuenta que esa foto era una más de la amplia colección familiar, ya que tenia un "no se qué" muy especial, una naturalidad que me resultó muy linda, y un sentimiento de "estamos felices" que pocas fotos capturan tan bien.

Además, ese colectivo es leyenda en la familia, sus viajes, la gente que llevó, las vivencias que encerró, y aunque no esté en la foto, me hace acordar a mi abuelo y las tantas historias que me contó.

Obviamente que el lazo con la foto es en gran parte afectivo, pero también le encuentro un toque de película muda y artístico que solo la casualidad pudieron lograr tan bien.